Five Poems
translated by Jorge Rodríguez-Miralles
Amargan estas fresas. Las compramos
ayer en el mercado, en el local
de un mercader armenio. Deslizándonos
entre la gente, heridos
por el bullicio hermoso de la plaza,
llegamos a la tienda: el mundo
ardía en sus colores y en su encanto.
La dulzura del sol y de la fruta
bañaba la mañana. Mandarinas,
peras, melocotones, kiwis,
manzanas. La metáfora
de la fiesta del mundo: la explosión,
el júbilo, el trabajo de un hombre.
Las monedas pasaron de una mano a otra.
Se despidió en su lengua antigua,
bendiciéndonos, el tendero. Ahora,
ante la tele, mientras tomo
la cuchara y mezclo las fresas
con el yogur, ya antes de probarlas,
lo sé: amargas. Yacen boca abajo,
como lirios tronchados, cientos
de personas. Su sangre deja charcos
oscuros, regueros podridos, secos
en las aulas. En Kenia, 2015.
El hombre ha muerto y Dios también.
No están los organismos oficiales
para certificar tanta vergüenza.
Disfrutan de su cóctel en terrazas
con vistas a otro océano. No valen
nada estas vidas. Valen nada
los cuerpos. Vale nada este licor
sagrado que hoy escancian brutalmente,
desde el mayor odio posible,
los hijos de la nada y la barbarie.
They embitter, these strawberries. We bought
them at the store yesterday, at the shop
of an Armenian grocer. Spreading out
between people, wounded
by the beautiful bustle of the plaza,
we arrived at the store: the world
aglow with its color and charm.
The sweetness of sun and fruit
bathed the morning. Mandarines,
pears, peaches, kiwis,
apples. The metaphor
of the world's feast: the explosion,
the jubilee, the work of a man.
Coins passed from one hand to another.
He said goodbye in his ancient tongue,
blessing us, the storekeeper. Now,
before the TV, while I raise
the spoon and mix the strawberries
with yogurt, already before tasting them,
I know: bitter. Laying face down,
like truncated lilies, hundreds
of people. Their blood leaves dark
pools, rotten streaks,
in the classrooms. In Kenya, 2015.
Man has died and so has God.
Official bodies nowhere in sight
to certify so much shame.
They relish their cocktail on terraces
with views of another ocean. These lives
are valueless. The bodies
are meaningless. This sacred liquor
they brutally pour out today
from the greatest possible hate
is meaningless to the children
of oblivion and barbarity.
Jeremy spoke in class today
Pearl Jam
Yorick, pequeño cisne dislocado,
oculto en un baúl, mirabas a los príncipes
pasar con sus halcones soberbios en el brazo,
y a los blancos caballos de los príncipes
pasar en su leyenda, a las princesas
masturbarse en silencio ante el espejo mágico,
gemir entre las sábanas, aferrarse a la noche.
No eras ni una sombra. No eras las palabras
felices ni los sueños. Solo el pobre muchacho
que se escondía en un baúl vacío,
en el baúl sin máscaras, consciente
de que no alcanzaba hasta allí la sangre.
Aunque sí los ultrajes y las burlas,
sí la mutilación y la angustia, la herida.
¿Hacia dónde mirar? ¿Hacia qué lugar ir,
Yorick, pequeño cisne dislocado? ¿Hasta dónde
se extendían tus reinos sin reino, tus dominios?
Eras el niño hambriento del que nadie
se acordaba, la estrofa reventada por dentro,
el verso tragicómico. Tú, Yorick,
sí, tú que no sabías ni siquiera llorar
y en la boca tenías, siempre desencajada,
una última sonrisa a punto de morirse.
Jeremy spoke in class today
Pearl Jam
Yorick, small, wild swan,
hidden in a trunk, you watched princes
sweep past with their keen-witted falcons in arm,
and their white steeds, too, as in legend,
and princesses masturbate in silence
before the magical mirror, moaning
between sheets, blending into night.
You weren't even a shadow. You weren't glad words
nor dreams. Just a poor boy who hid in an empty trunk,
the trunk devoid of masks, aware blood couldn't reach there.
Although the insults and laughter could,
mutilation and anguish also, the wound.
Where else to look? Where else turn,
little Yorick, wild swan? How far
did your kingdom-less kingdom span, your domain?
You were the starving child no one
remembered, a stanza come undone from inside,
the tragi-comic verse. You, Yorick,
yes, you who didn't even know how to cry
and always had, in your mouth, always contorted,
a final laugh on the verge of death.
Bajo el cielo de Roma, la mañana
desentierra los restos
de una escuela de lucha.
El arte de morir
y matar se enseñaba en las entrañas
de esta estructura
ahora reducida a ruinas,
a negros muros de mampostería
y arcos vencidos. Ya no están
las columnas. De las paredes
se han desprendido los mármoles.
Algún ídolo permanece aún,
de milagro, anclado al púlpito impasible
de su antigua magnificencia.
Destrozada de escombros y saqueos,
incendiada mil veces,
hastiada de derrumbes y hundimientos,
aún brilla en lo oscuro
esta escuela de sangre,
aún se escucha su lección: qué es
vivir, qué significa ser esclavo,
cuál es el nombre de los héroes.
Por estancias hoy trágicas y lóbregas
un día desfilaron los atletas
en todo su esplendor
y fulgieron los músculos,
las espadas. Con toda dignidad,
el gladiador
se batió en las arenas contra el tigre,
contra los cielos,
contra la fuerza bárbara.
Para la nada hundió sus rodillas en tierra
en nombre del dios Mitra
o, de pie tras la lucha, alzó su copa
rebosante de néctares y triunfo
en un alto destino dictado por los sueños.
Ahora solo el frío y el letargo,
las linternas del arqueólogo,
el bullir de las ratas,
el flash vulgar de los turistas.
Underneath Rome's sky, morning
unearths the remnants
of a wrestling school.
The art of dying and of killing
was taught in the entrails
of this structure
now reduced to ruins,
to black walls of masonry
and vanquished arches. Gone
are the columns. The marble
has given way from the walls.
Some idol still remains, by miracle,
anchored to the inexpressive pulpit
of its bygone magnificence.
Destroyed by debris and lootings,
a thousand times set ablaze,
dogged by landslides and cave-ins,
the school of blood
still gleams in darkness,
you can still catch its lesson: to live,
what it means to be a slave,
what the heroes were named.
Through rooms, tragic and murky today,
athletes once filed
in all their splendor,
their muscles aglow, their backs as well.
In full dignity,
the gladiator waged combat
against the tiger in the sand,
against the sky,
against barbarous force.
For oblivion his knees sank in earth
in honor of Mithras, the god,
or, post-match, he raised his cup,
overflowing with nectar and victory,
in a high fate spelled out by dreams.
Now, only cold and lethargy,
the archeologists' lanterns,
the swarming of rats,
the vulgar flash of tourists remain.
Adorarás
la manzana que muerdes
y que ahora destila sus zumos y su pulpa
por tu boca lasciva. Nada
puede el tiempo contra este júbilo,
contra este desenfreno delicioso
que corre por tus labios:
eres un hombre
entregado a la eternidad,
es para siempre este mordisco.
Adorarás el cielo
que acaba
con tu tristeza de supermercado,
con el vacío de los signos
que no dijeron cuanto podrían haber dicho.
Adorarás
la extensión de los puentes
que permiten pasar al otro lado
y olvidar lejos, tan
lejos como sea posible,
la cuadrada mandíbula del mundo
que viene contra ti.
Al menos esta vez, no triturará
las ciudades,
no le hará su daño al amor,
no acabará
con los dibujos de Carmina,
con la núbil caricia que dejaste
caer sobre su espalda.
Adorarás el día
en que no haya apisonadoras
suficientemente pesadas
ni suficientemente poderosas
como para estrujar en bruto este arrebato
de sed, esta humedad, esta semilla
dormida
en el fondo más hondo de la manzana.
You'll adore
the apple you bite
and that now distills its juice and pulp
in your lascivious mouth. Time
can't prevail against this jubilee,
against this delicious letting go
that flows through your lips:
you're a man
given up to eternity,
this bite is forever.
You'll adore the sky
that does away
with your supermarket sadness,
with the emptiness of signs
that didn't disclose what they might've disclosed.
You'll adore
the span of bridges
that allow a crossing over
and a far away forgetting,
as far away as possible,
the square jaw of the world
that closes on you.
At least this time, it won't crush
the cities,
it won't bring its harm on love,
it won't do away
with the drawings of Carmina,
with the nubile caress you let
fall down her back.
You will adore the day
there are no steamrollers
heavy enough
nor powerful enough
to roughly wring out this ecstasy
of thirst, this moistness, this sleeping
seed
in the deepest of deepest depths of the apple.
Ni el cuero
ni el bronce
ni la noticia abollada
por los golpes que forjan la coraza,
ni las manos azules del herrero,
ni los arduos herrajes
nos salvan
del óxido.
Neither leather
nor bronze,
nor the warped news
from the blows that forge the breastplate,
nor the blacksmith's blue hands,
nor any ironwork
can save us
from rust.
ANDRÉS GARCÍA CERDÁN (born in 1972, Fuentealamo-Albacete, Spain) holds a PhD in Literature from the University of Murcia. He has published several volumes of poetry, among them Los nombres del enemigo (University of Murcia, 1997), Curvas (Celya, 2009), and Barbarie (Adonais, 2015) from which the poems here are taken. He’s been a co-director of Fractal Poesia and the founder of magazines like Thader or Los deseos. He’s received international prizes like Alegria, Barcarola, Ciudad de Almunecar, Antonio Oliver Belmas and Ciudad de Pamplona. As a literary critic, he has collaborated with publications like Quimera, ABC Artes y Letras, and Dáctilo. Furthermore, Andres runs a blog called “Un Cantico Cuántico.” Lastly, he has also compiled a great and extensive anthology of poetry written in Albacete, Spain between 2006 and 2016 entitled El Peligro y El Sueño (Celya, 2016).
Currently a high school teacher and adjunct professor of writing and literature at Miami-Dade College and St. Thomas University in Miami, Florida, JORGE RODRIGUEZ-MIRALLES is also an MFA in Creative Writing graduate of the Jack Kerouac School of Disembodied Poetics at Naropa University, Boulder, Colorado. He is a poet, literary critic, translator, plus enthusiastic advocate for peace-making via ecological and spiritual renewal. His poetry and literary criticism has appeared in print and online in Metropolis, TheThePoetry, Big Bridge, Cimarron Review, Bombay Gin, Danse Macabre, The Battersea Review, Osiris Poetry, Ragazine, El Coloquio de los Perros and La Galla Ciencia. In the spring of 2014, Rodriguez-Miralles published his own collection of poems, Everything/Nothing. He may be reached at This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. .